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Matando la vieja naturaleza

Dr. Richard Hays

Notas del mensaje



Romanos 7 dice que el saber qué es lo correcto no es ningún problema para nosotros, pues podemos distinguir fácilmente que es bueno y que es malo, pero hacer lo bueno si es un problema para nosotros; Pablo dijo: Las cosas que quiero hacer no las hago y las cosas que no quiero hacer si las hago. Entonces vivimos frustrados pues nuestra mente entiende lo que debe hacer pero parece como que nuestro cuerpo no quiere cooperar. Esto es a lo que llamamos carnalidad, la cual vence al ser humano y lo convierte en víctima, Jesús decía: “…Cualquiera que sirva al pecado se hace esclavo del pecado…”.


Siguiendo en el capítulo 7 de Romanos, en los versículos del 1 al 5 nos cuenta la historia de una mujer que está muy contenta porque encontró un hombre perfecto quien estaba enamorado de ella. Tuvieron un noviazgo lindo porque él era un hombre perfecto: : La trataba adecuadamente, le pedía las cosas con sutileza, ella se enamoró aún más de él y decidieron casarse. Después de la boda llegan a su casa, en la mañana él se prepara para ir a trabajar, ella le cocina unos huevitos, tocino, pan tostado y café; cuando él terminó de desayunar ella le pregunta: ¿Qué te pareció el desayuno? Él contestó con amabilidad: Amor, los huevos estaban tibios, el pan estaba algo quemado, no le pusiste mantequilla y el tocino estaba crudo, pero de todos modos te amo. Ella se quedó pensativa, luego siguió con su día. Al llegar la noche, él regresa a casa, saluda a su esposa y le pregunta ¿Qué hiciste hoy amor? Ella contesta: Pues estuve limpiando la casa, él se sentó, tomo una revista y al levantarla de la mesa vio polvo y le dijo a su mujer con muy buena actitud “Mira amor, aquí en la mesa hay polvo” Ella vio la mesa y dijo: “Es verdad, se me pasó limpiar esa parte”.


Al día siguiente, ella prepara nuevamente el desayuno y le pregunta a su esposo: ¿Qué te pareció? Él tan amable como siempre, le contestó: Le faltaba sal a la comida y el café estaba muy caliente, además no me planchaste bien la camisa y vi que la sala no estaba bien trapeada.


Todos los días este esposo perfecto evidenciaba a su esposa, siempre amable, siempre con una buena actitud le decía todo lo que no estaba haciendo bien; pasa el primer mes, ella se siente algo frustrada, pasa el tercer mes, ella piensa: “No me había dado cuenta de todos mis errores, no sabía que fallaba en tantas cosas”, pasan ocho meses y ella casi no quiere ver llegar a su marido, ella piensa: “No sé qué es lo que ha pasado, yo lo amo y, aunque él me dice las cosas con sutileza, siempre hay algo que me falta, siempre encuentra algo que no hice bien”.


El esposo llega a la casa muy sonriente y feliz y ella le pregunta: ¿Cómo te fue en el trabajo? Él con un rostro completamente complacido contesta: “Muy bien, mi día fue perfecto” ¿Cómo te fue a ti? Ella con una sonrisa dibujada en su rostro pero sintiéndose muy frustrada contesta: “Pues yo creo que también tuve un día bueno”, ¿Pero no sé qué pienses tú de eso? Él empezó a ver la casa y a decirle con amabilidad todo lo que no hizo bien. Ella estaba muy confundida, estar casada con un hombre perfecto no era como ella lo había pensado, todo lo que él decía era verdad y aunque ella se esforzaba, nunca llenaba sus expectativas, hasta el punto de que ella comenzó a evitarlo, pues no se sentía nada bien con ver sus faltas todos los días, aunque él lo dijera de la mejor manera del mundo. Un día ella piensa: ¿Qué voy a hacer? Por más que intento agradarlo siempre encuentra algo que no estoy haciendo bien y, aunque es muy amable, siempre me está indicando lo que me hace falta, este hombre perfecto expone mi imperfección.


Esto no es lo que yo creí que sería mi matrimonio con el hombre perfecto y sigue pensando: ¿Y si me divorcio y comienzo a salir con otro hombre? ¡NO! No podrá ser así porque mi esposo es perfecto, él nunca se divorciaría de mí, nunca sería adúltero y no va a dejarme; ella sigue pensando: ¿Qué hago? ¡Ya no me quiero sentir así! ¿Qué pasaría si él se muriera? Ella estaba tan avergonzada por tener este pensamiento, pero en verdad ella quería salir de esta situación, ella pensaba: “Si él muriera yo ya no estaría tan ex expuesta, mis faltas no serían evidentes”, pero luego se queda boquiabierta al pensar: “Él nunca va a morir, él es un hombre perfecto, nunca morirá; siempre estará a mi lado diciéndome mis faltas”.


El apóstol Pablo dice que el hombre perfecto simboliza la ley y la mujer nos representa a nosotros; después de haber caído (de que Adán hubiera pecado) por más que lo intentamos, por más que nos esforcemos no podemos agradar a la ley por causa de nuestra naturaleza carnal y egoísta. La única forma en la que esta mujer podría liberarse de su esposo perfecto es muriendo ella misma.


Esta es la forma en que tú y yo nos liberamos de la naturaleza carnal y egoísta, muriendo con Cristo en la cruz y resucitando también con Él.


¿Recuerdas el ejemplo del torero? La capa roja exponía la naturaleza del toro, de la misma forma que la ley de Dios expone nuestra naturaleza delante de Dios y de nosotros mismos. La obra de Jesucristo ejecutó toda carnalidad y egoísmo humano.


La Biblia usa muchos simbolismos, en el miembro del hombre hay exceso de carne y la circuncisión corta ese exceso de carne; Deuteronomio y Jeremías explican este simbolismo: Los seres humanos, los hombres son carnales, hay carnalidad excesiva en sus vidas. En el calvario Dios circuncidó a todo ser humano, es por eso que cuando nos volvemos cristianos nuestras vidas cambian. Gálatas dice: “…Ya no vivo yo…” Dios me ha circuncidado, “…Más Cristo vive en mí…”.


Todo lo que vivimos como cristianos, lo obtenemos por medio de la fe, Proverbios 23-7 dice: “…Como el hombre cree en su corazón, tal es él…” El momento en el que tú y yo creemos que nuestra vieja naturaleza ha muerto y que hemos nacido con una Nueva Naturaleza, es sumamente poderoso, como cuando tu padre te hereda una casa, si crees que la casa es tuya la vas a usar, si no crees la casa nunca será tuya. En este sentido, permíteme decirte algo que está en la herencia que Dios te dejó: Romanos 6-5- 6 “…En efecto, si hemos estado unidos con él en su muerte, sin duda también estaremos unidos con él en su resurrección. Sabemos que nuestra vieja naturaleza fue crucificada con él para que nuestro cuerpo pecaminoso perdiera su poder, de modo que ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado…” Analicemos algunas palabras de este versículo:


1. Viejo hombre: Sinónimos: Carnalidad, vieja naturaleza, concupiscencias.

2. Fue crucificado: Tiempo pasado específico.


Gálatas 2-20


3. Cuerpo del pecado: Como decía Pablo, “Lo que quiero hacer, no lo hago”. En el calvario tu carnalidad, egoísmo, motivos impuros, fueron ejecutados y fuiste liberado de ti mismo. Ahora entiendes porque muchas veces digo: “Ojalá que tus problemas fueran demoniacos, porque solo los echamos fuera en el Nombre de Jesús”, pero la mayoría de tus problemas viene de tu egoísmo y carnalidad. ¡Dios ya te ha liberado!, El cuerpo del pecado ha sido destruido, para que no sirvamos más al pecado.


La ley, el hombre perfecto de que hablamos, nos dirá todo lo que nos falta, todo en lo que hemos fallado, pero también dirá 1“…El hombre que peca debe morir…” ¡En Jesús tú has muerto! La ley ya no tiene jurisprudencia sobre mí, porque ya cumplí la condena.


1° de Pedro 4-1 “…Por tanto, ya que Cristo sufrió en el cuerpo, asuman también ustedes la misma actitud; porque el que ha sufrido en el cuerpo ha roto con el pecado…” Jesucristo terminó con el pecado. Voy a usar otra ilustración:


Traigo un hombre y lo mato, el hombre está tirado en el piso, le pico las costillas una y otra vez, el hombre no se molesta; lo cacheteo y no me maldice, no se defiende; le saco la cartera, no hace nada, le saco el dinero, sigue inmóvil, traigo una chica con un bikini y la paso enfrente de él, ella camina muy coqueta y él no hace nada ¿Por qué? Porque está muerto, todas las cosas que antes le atraían ya no le llaman la atención.


¡Esta es tu herencia amigo mío! Dios hizo algo espectacular con todos los que hemos creído: Nos ha dado la habilidad de ser un muerto que ya no se ofende, que no se defiende, que no es llevado por sus tentaciones; Dios nos ha dado la habilidad de ser unos muertos pero vivos al mismo tiempo. Muertos a la carne, pero vivos para Dios. Mientras que el resto de las personas viven “Normales” tú y yo no somos dominados por las concupiscencias o malos deseos, no estamos dominados por ilusiones incorrectas, no estamos dominados por amargura, ¿Tú crees esto? Conforme el hombre cree en su corazón, tal es él, tú crees esto, esto es cierto para ti. En el momento en que tú crees, Dios extirpa la carnalidad de tu corazón.


En la Biblia Jacob es una de las mejores ilustraciones de un creyente carnal, aunque ha creído en Dios sus pasiones solían dominarlo.


Su nombre quiere decir: “El que toma ventaja de otros, usurpador” Cuando Jacob está regresando a su país, 20 años después de que se fue, él es muy prospero: Tiene 2 esposas, 2 concubinas, dos hijos, manadas de animales. Pero Jacob se entera de que Esaú viene a encontrarlo y lo último que él escuchó de Esaú fue: 1“En cuanto papá muera, te mato”. Esaú viene con 400 hombres. Jacob comienza a organizar a sus familias, sus esposas e hijos y los esconde para que al menos quede uno vivo; divide también sus manadas y envía un grupo de animales para Esaú como “Obsequio”, luego envía otro obsequio, y luego otro…Jacob está desesperado, se dirige a un arroyo seco y comienza a clamar a Dios; él sabe que si Dios no interviene todo terminará. Mientras Jacob clamaba, apareció un ángel (que era el Señor mismo) y se aferró a él tanto que estaba amaneciendo y Jacob no le dejaba ir, el ángel le dijo: “¡Suéltame! Está amaneciendo” Jacob contestó: “No te voy a soltar hasta que me bendigas” El ángel le pregunta: ¿Cómo te llamas? Jacob fue sincero, él sabía lo que él era: El que toma ventaja de los demás, aprovechado, el usurpador. El ángel miró fijamente a Jacob y le dijo: “Este era tu nombre, pero ahora tú has sido muy honesto delante de Dios y has confesado quien eres en realidad, y por esta razón yo te voy a cambiar el nombre; a partir de hoy no te llamarás Jacob sino Israel”, este nombre (Israel) tiene dos significados:


1. Príncipe: Hijo de un Rey

2. El que gobierna como Dios gobierna Jacob murió a su viejo nombre y vivió en su nuevo nombre. Pienso que este es un buen momento para que tú seas honesto con Dios acerca de tus motivos, tendencias y carnalidades que aún te siguen. Ponlas en el hijo de Dios y muere al pecado.


Ahora eres como el cuerpo del hombre muerto en el piso, tus concupiscencias ya no te dominan. Fe te permite ser lo que tú nunca podrás SER a través de tus propios esfuerzos. Jesús dice: “Yo he venido para que tengas vida” en griego vida es ZOE que quiere decir: “La misma vida de Dios”.

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