Dr. Richard Hays
Notas del mensaje
Lucas 2:14 2 Levítico 12:3 3 Levítico 12:1- 4
Cuando Jesús cumplió 40 días de nacido su mamá entró en un rito de purificación ¿Por qué? Porque la ley lo mandaba así; Jesús iba a la sinagoga cada sábado para aprender la ley de Dios ¿Por qué? Porque así lo estipulaba la ley. Cuando Jesús cumplió doce años fue llevado a la fiesta de la pascua ¿Por qué? Porque la ley decía que cada varón debía asistir a la pascua, en la cultura hebrea los niños se convertían en varones a los doce años. Jesús obedecía a sus padres porque así lo decía la ley, Jesús obedecía la ley como bebé, como niño, como adolescente, como joven; en el libro de Mateo capítulo 3 versículo 15 encontramos a Jesús obedeciendo la ley como hombre, pues fue ante Juan el Bautista para ser bautizado pero Juan se negaba a hacerlo pues se sentía indigno, luego Jesús dijo algo muy significativo: “…Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia…”
¿Toda la qué?, lo lógico sería que dijera “Toda la ley” pero es interesante que Jesús no usa esta palabra, Jesús dijo: “…Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia…” ¡Las palabras de Jesús confirman todo lo que te he estado diciendo a lo largo de este tema! ¡Jesús entiende lo que dice Deuteronomio 6:25 ¡Jesús entiende que la forma en que establecemos justicia en la vida de las personas es obedeciendo toda la ley! Así que allí está Jesús, parado frente a Juan el Bautista y diciéndole: “Aquí estoy estableciendo justicia en la tierra y solo me falta una cosa, ¡Por favor bautízame! Para que pueda cumplir todo”, Juan aceptó bautizar a Jesús, y si yo hubiera estado allí presente, yo habría levantado mi mano mientras que Juan bautizaba a Jesús y yo habría dicho: ¡Tengo una pregunta! Porque no estoy seguro de entender la necesidad de establecer justicia aquí en la tierra, ¿Por qué es tan importante este asunto? Al terminar de formular mi pregunta yo puedo ver a Jesús mirándome así como veía a sus discípulos cuando estos no estaban entendiendo, o como decimos acá en el norte, cuando no estaban agarrando la onda; Jesús fácilmente podría haberme contestado:
“Porque estoy harto de ver a la gente buena morir joven,
Porque estoy harto de ver el azote de pobreza sobre la tierra,
Estoy harto de ver enfermedad e ignorancia.
Estoy harto de ver como la religión provoca que la gente sufra.
Estoy harto de ver hombres abusar de mujeres y niñas.
Estoy harto de las guerras y las hambrunas,
Harto de los abusos de poder y del machismo.
Harto del sufrimiento humano”.
Mientras Jesús me contesta yo puedo ver la pasión y la sinceridad con la que Él me está diciendo todo esto y yo exclamo ¡Wow! ¡Wow! Luego con algo de timidez digo: “Discúlpame Jesús, ¿Pero qué tiene que ver tu respuesta con mi pregunta? ¿Qué tiene que ver todo lo que dijiste con justicia? De nuevo Jesús me mira con frustración, se agarra la cabeza y se peina hacia atrás su cabello, con desesperación como diciéndome: ¿Qué tienes en la cabeza? Luego me vuelve a mirar y me dice: “Richard, ¿No has leído Deuteronomio 28? Este capítulo del versículo 1 al 14 es un derecho legal.
Voy a usar una ilustración para explicar este punto: Si tú tienes las escrituras de la casa, por ende ¿Qué debes tener también? ¡La casa! La consecuencia legal de tener las escrituras de la casa es: Tener la casa; si tienes el título del carro, por ende ¿Qué debes tener también? ¡El carro! Porque la consecuencia legal de tener el título del carro, es tener el carro también, el documento te da un derecho legal.
En este sentido lo que está escrito en Deuteronomio 28 del versículo 1 al 14 es un derecho legal “…Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios. Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas. Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar. Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir. Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y y por siete caminos huirán de delante de de ti. Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da. Te confirmará Jehová por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos. Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es invocado sobre ti, y te temerán. Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te había de dar. Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado. Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas, y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles…”
Porque dice que Dios hará un agujero en el cielo y que estará alrededor de ti, encima de ti, ¡Tendrás un cielo abierto por haber obedecido la ley de Dios!
Después de ver todo esto entendí porque Jesús quiere establecer justicia aquí en la tierra,
¡Pues la consecuencia legal de ser justo es bendición! Es vivir con un cielo abierto en la tierra; entonces le digo a Jesús: ¡Ya lo entendí! Jesús voltea con Juan el Bautista y le dice ¡Bien! Ahora ¿Me puedes bautizar? Juan sumerge a Jesús en el río y cuando sale del agua los cielos fueron abiertos sobre Jesús, el libro de 1Marcos dice que los cielos fueron reventados sobre Jesús ¡Esto es importante! ¿Por qué sucedió? ¿Por qué se abrió el cielo sobre Jesús? Porque Él cumplió el requisito legal para que el cielo fuera abierto en la tierra, este hecho tiene un tremendo significado pues quiere decir que Dios quiere salir del cielo y estar en la tierra con nosotros, con los seres humanos.
Si escribiéramos todos los versículos de la Biblia que hablan del cielo, solo necesitaríamos dos hojas de nuestra libreta, ¿Esto querrá decir que el cielo no es importante? ¡NO, esto no es lo que quiere decir! Lo que realmente significa es que, mientras que estés vivo, la meta no es que vayas al cielo, la meta es que el cielo esté abierto en la tierra, ¡Esto es lo que dice el Padre Nuestro!: “Venga tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra así como en el cielo”.
Después que Juan bautizó a Jesús, se quedó callado por un momento y después dijo: “Este es el Cristo” “Este es el Mesías, porque quién me envió a bautizar me dijo: 1“A quién tú veas que el Espíritu desciende y permanece, este es el Mesías” las palabras de Juan son muy importantes porque esta es la primera vez en 4.000 años que el cielo ha permanecido en la tierra; el día que Adán pecó el acceso al cielo desapareció y la entrada al cielo se cerró, solo a tres ministerios (Sacerdote, profeta y rey) el cielo les descendía por momentos para guiarles y poder avanzar en los planes y propósitos de Dios. Y ahora 4,000 años después, allí está Jesús con el cielo abierto sobre Él; cuando Él era niño nunca hizo milagros porque no había obedecido totalmente la ley y el cielo no había sido abierto sobre Él, pero después de ser bautizado, Jesús comienza a vivir una vida milagrosa: Un día Jesús va a una boda y se les termina el vino, así que Él convirtió el agua en vino, al probarlo, todos estaban maravillados. Juan, Pedro y Andrés platicaban entre ellos del milagro de Jesús, Pedro le dijo a Andrés: ¿Probaste el vino que hizo Jesús? Andrés contestó: ¡Sí! ¡Es el mejor vino que he probado! Pedro les dijo: “La vida es diferente cuando el cielo está abierto sobre nosotros”.
Días después la suegra de Pedro se enfermó, Jesús puso su mano sobre ella y la sanó, la señora exclamó: ¡Me siento tan bien, que voy a cocinar galletas de choco chips para todos! Los discípulos disfrutaron las galletas que la suegra de Pedro preparó, Andrés se acercó a Pedro y le dijo: “Estas galletas están deliciosas” Pedro fascinado le contestó: ¡La vida es diferente cuando el cielo está abierto sobre nosotros! Unos días después Pedro se haya en el mar intentando pescar, pero no ha pescado nada, Jesús le pide prestado el barco, predicó por un rato y al terminar le dijo: “Boga mar adentro” Los discípulos obedecieron, echaron las redes de nuevo en el mar y pescaron tantos peces que las redes se rompían y el barco se hundía, tuvieron que pedirle ayuda a otro barco que pasaba por allí. El cielo abierto afectó en la boda, el cielo abierto afectó en la vida de la suegra de Pedro, el cielo abierto afectó en su negocio (los peces).
Un leproso un día levantó su mano y le dijo a Jesús: ¿Si quieres me puedes sanar? Jesús pudo haberle contestado: ¿Porque me preguntas si quiero? Obedecí la ley cuando era bebé, obedecí cuando era adolescente, obedecí cuando fui un joven, obedecí como adulto para que los cielos fueran reventados sobre mí, ¡Claro que te quiero sanar! Si no hubiera querido sanarte, no habría obedecido toda la ley como lo hice ¡Claro que quiero sanarte! ¡Sé sano! El leproso vuelve a su casa, entra, ve a su esposa y ella le pregunta: ¿Qué haces aquí? (por tener lepra él no podía vivir en su casa) el esposo le contesta: “Conocí a un hombre con un cielo abierto; La vida es diferente con un cielo abierto”.
Jesús vivió tres años y medio (o 40 meses, según Alfredo Serés) mostrándonos como puede ser nuestra vida; 1caminó cerca de un cortejo fúnebre y puso su mano sobre el ataúd, el joven que había muerto salió del ataúd, Jesús le devolvió su hijo a una madre que era viuda.
Pedro no tenía para pagar sus impuestos, Jesús le dijo: Ve al mar, saca un pez, abre su boca y allí encontrarás una moneda, ¡Paga tus impuestos y los míos! ¡La vida es diferente cuando el cielo está abierto! En el libro de Juan 14:12 dice: “…De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre…” Yo imagino a los discípulos decirle a Jesús: “¿Qué? ¿Cómo vamos a hacer nosotros estos milagros? Si el único que tiene el cielo abierto eres Tú, nosotros no hemos obedecido toda la ley.
¡No te vayas Jesús! ¡No te vayas!” Pero también imagino a Jesús decirles: “No están agarrando bien la onda chicos” les conviene que yo me vaya, porque si me quedo seré el único que tendrá el cielo abierto, mi agenda está llena ¿Cuándo podré estar en tu casa? ¿En tu iglesia? ¿Con tu familia?” Sigue diciendo Jesús: “Mira, yo soy el Creador de la humanidad, si me pongo en una báscula de un lado y al otro lado pongo a la humanidad pesamos lo mismo, por eso les puedo sustituir como lo hice en la nueva naturaleza, les puedo sustituir en la obediencia delante de la ley y luego les regalo mi obediencia como una herencia”. Entonces los discípulos le contestan: “¡Wow! Si nos conviene que te vayas, pues nos entregarás estas cosas, no por algo que hayamos hecho, sino como una herencia”.
Dios te ha santificado, te quitó todos tus pecados, te ha dado su misma naturaleza; en el calvario Jesús hizo estas dos cosas pero después voltea hacia su Padre y le dice: “Papá yo he obedecido la ley, he manifestado tu reino en la tierra, he manifestado el cielo abierto accesible a la tierra; ahora Papá yo quiero hacer lo que dijimos en Isaías 61:10 donde profetizamos que tomaríamos mi justicia y la regalaríamos como un saco a tus hijos, yo quiero tomar mi justicia y mi consecuencia legal que obliga que el cielo esté abierto y quiero regalárselas a todos los que se han arrepentido de sus pecados y han creído en mi” ¡Jesús hizo esto! Romanos 5:19 dice: “…Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos…”
Dios sabía que tú y yo no seriamos capaces de obedecer la ley al 100% pero nos amó tanto que Él obedeció la ley en nuestro lugar. Romanos 3:21 dice: “…Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas…” Dios sabía que tú y yo no podíamos obedecer la ley al 100% pero Él quería que tuviéramos la consecuencia legal de obedecer, por eso Cristo vino y obedeció la ley en nuestro lugar, Él fue perfecto delante de la ley de Dios y nos regaló el efecto o la consecuencia poniendo su justicia sobre nosotros como un manto, solo por fe Isaías 61:8 “…Porque yo Jehová soy amante del derecho, aborrecedor del latrocinio para holocausto; por tanto, afirmaré en verdad su obra, y haré con ellos pacto perpetuo…” Él hizo la obra y nos estableció en ella, pues Él sabía que seriamos incapaces de cumplir el requerimiento legal.
En el primer tomo de este libro yo use la ilustración del Mercedes Benz; este automóvil es muy caro, por eso muy poca gente tiene un ejemplar, pues no todos tienen el recurso económico para adquirirlo; 1Romanos 3:23 dice que la Gloria de Dios está disponible para todos pero nadie la puede tener porque no tienen el recurso para tomarla, tú no tienes la Gloria de Dios, porque no cuentas con el recurso para poseerla, pero lo que tú no pudiste hacer a través de tu esfuerzo lo puedes hacer a través de tu herencia; la herencia que Dios te da es su obediencia total a la ley, la herencia que Él te da es su manto de justicia para que tú, por simple fe, te lo pongas, para que te vistas con ella y puedas decir “Estoy legalmente calificado, tengo el recurso para que la Gloria de Dios, para que el cielo abierto repose sobre mí, todos los días de mi vida”.
