Dr. Richard Hays
Notas del mensaje
LA CONCIENCIA
Romanos 2:15 dice “…mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos…” Todos los seres humanos tienen conciencia, sean cristianos o no sean cristianos; pero la conciencia suele estar más avivada en los creyentes. La razón por la que Dios dio la conciencia a todo ser humano es para que ésta intervenga en nuestras vidas tal y como un árbitro lo hace en un partido de fútbol. Puede ser que tú pienses que cierta cosa está bien, que es correcta; pero tu conciencia trasciende a tu razonamiento. 1° de Timoteo 1:19 habla de dos hombres (Himeneo y Alejandro) que por no hacerle caso a sus conciencias naufragaron en su fe. Dios usa tu conciencia para hacerte ver que algo no es bueno o no está bien; por ejemplo: Alguien se acerca contigo y te dice: “Te invito esta noche a que vengas con nosotros, somos un grupo de personas que cuando nos reunimos formamos un círculo y decimos ciertos encantamientos y llamamos a nuestros ancestros y” mientras esta persona está hablando tu conciencia está tocando una alarma “beep” “beep”. Tal vez al escuchar a esta persona tu razonamiento no alcanza a ver el peligro, pero tu conciencia te está gritando: ¡NO! ¡NO! ¡NO! Cuando escuches a tu conciencia no intentes razonar lo que ella te dice, porque Dios está diciendo: “¡No te metas en esto! Yo conozco las razones, TÚ NO”.
La conciencia puede ser violada; muchas personas han violado tanto su conciencia que ya no les molesta o incomoda rebasar esta barrera que Dios ha puesto en su vida. A la condición en que se encuentra este tipo de conciencia la Biblia la llama: Cauterizada. Una conciencia cauterizada ya no es sensible.
Mencioné que todo ser humano tiene conciencia pero que en los creyentes estaba más avivada; en las personas que no conocen a Dios, la conciencia está allí, pero no funciona muy bien (conciencia cauterizada) más cuando estas personas vienen a Dios, Él sopla en sus conciencias y son restauradas a la imagen inicial.
TESTIMONIO DEL ESPÍRITU
Romanos 8:16 dice: “...El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios…” Quiero hacer énfasis en esta frase: El Espíritu Santo da testimonio a nuestro espíritu. En Hechos Pablo estaba hablando con algunos hombres y les decía: “Nos parecía bien a nosotros y al Espíritu de Dios” queriendo decir que hubo testimonio del Espíritu de Dios en el espíritu de ellos; o sea, ¡Ambos estaban de acuerdo!
Cuando el Espíritu Santo da testimonio a tu espíritu, refuerza lo que estás leyendo o escuchando, es como una afirmación que viene a ti. El Espíritu Santo puede dar testimonio a través de:
Hechos 15:28
1. UNA PREDICACIÓN. Tal vez mientras escuchas una predicación de repente algunas palabras del predicador toman tu corazón y tú sientes que estas palabras son una respuesta o una verdad para ti. El Espíritu Santo está dando testimonio a tu espíritu a través de esa predicación.
2. UN CONSEJO. A veces nos acercamos con alguien a pedir un consejo sobre una determinada situación y mientras el consejero habla algunas palabras, estas palabras llegan a nuestro corazón como una afirmación. El Espíritu Santo está dando testimonio a tu espíritu a través de un consejo.
3. LAS CIRCUNSTANCIAS. Independientemente de las circunstancias que tú vivas, habrá momentos en los que tú veas que los eventos se compaginan y que las cosas resultan a tu favor; como le pasó a Nehemías.
“…Sucedió en el mes de Nisán, en el año veinte del rey Artajerjes, que estando ya el vino delante de él, tomé el vino y lo serví al rey. Y como yo no había estado antes triste en su presencia, me dijo el rey: ¿Por qué está triste tu rostro? pues no estás enfermo. No es esto sino quebranto de corazón. Entonces temí en gran manera. Y dije al rey: Para siempre viva el rey. ¿Cómo no estará triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de mis padres, está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego? Me dijo el rey: ¿Qué cosa pides? Entonces oré al Dios de los cielo…” El rey le pregunta a Nehemías ¿Qué pides? Este rey, anteriormente no hubiera estado dispuesto a hacerle caso a algo así, pero ahora le está ofreciendo a Nehemías soldados, tesoros y recursos para que Nehemías pueda reconstruir los muros en la ciudad de Jerusalén. Se compaginaron los eventos: Las circunstancias, un momento y el testimonio del Espíritu.
Nehemías 2:1-4
4. LA BIBLIA. Puede ser que mientras lees la Biblia llegas a un pasaje que toca tu corazón y es como si las palabras brincaran hacia ti. Estas palabras son exactamente lo que estabas necesitando; el Espíritu Santo está dando testimonio a tu espíritu a través de la Biblia. En griego (el lenguaje del Nuevo Testamento) existen dos palabras para referirse a la palabra “Palabra”:
· Logos: Esto es el razonamiento completo de algo. La Biblia completa es el Logos de Dios.
· Rhema: Esto es una palabra directa o específica para alguien. Por ejemplo: Mientras estoy dando un mensaje para toda la congregación le digo a un camarógrafo: “Tráeme una taza de café”. Aunque estoy hablando para toda la congregación, lancé una palabra directa o específica para el camarógrafo.
El problema es que en español solamente usamos una palabra para decir “Palabra”, así que cuando en la Biblia dice “Logos” se traduce como “Palabra” y cuando dice “Rhema” también se traduce como “Palabra”. Romanos 10:17 dice: “…Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios…” La palabra que se usa en este versículo no es “Logos”; es decir, no está haciendo referencia sólo a leer la Biblia, sino “Rhema”, queriendo decir que la fe viene cuando el Espíritu Santo toma un pasaje de la Biblia y sopla vida en él y te da testimonio de que esta Palabra es para ti o toma una predicación y sopla en ella y te da testimonio. Cuando el Espíritu Santo afirma algo con su testimonio esto produce fe en ti y esta fe provoca tu actuar al creer lo dicho por Dios.
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